Nick abrazaba mi cintura al tiempo que yo gozaba el deseo de
dar vueltas mientras iba caminando por la calle.
Nick: detente- pronunciaban sus labios con una sonrisa impresa en ellos
____: no!- gritaba yo al tiempo que trataba de zafarme de sus brazos
Logre zafarme de el y correr apenas tuve la oportunidad pero mi victoria se
vino abajo gracias a que el corría más rápido que yo, logro abrazarme de nuevo
pero esta vez no me resistí y me deje envolver en el calor que emanaba su cuerpo.
Ambos caminábamos bajo
unos pequeños rayos de sol que se dejaban ver bajos unas cuantas ramas
de un árbol que estaba a unos cuantos metros, era el último día de clases y no quería
desaprovechar ningún minuto, ambos nos encaminábamos a mi coche, lo pasaría a
dejar a su casa para al fin llegar a la mía.
-¿Que te parece si vamos por un café?-dijo Nick con unas
tremendas ganas de comer. Aun era
temprano y una hora con el no me alejaría de mis planes de pasar la tarde relajándome
con mi mejor amiga, así que accedí.
Para mi sorpresa mis sospechan si eran ciertas, Nick de verdad tenía hambre y
nuestra pequeña parada por un café se convirtió en una invitación a comer, pero
no importaba era gracioso verlo comer una hamburguesa y ver como casi todos los
ingredientes de esta se caían en el plato, creía que con una hora bastaría pero
tras haber acabado arrasado con la hamburguesa me llevo casi a rastras a comer
helado, esa hubiera sido una tarde perfecta con el sino fuera por el hecho de
que esa tarde ya la tenía ocupada.
-Jenn esta por llegar en cualquier momento a mi casa-dije
mientras trataba de convencerlo para que fuéramos a casa. Conocía a Jenn de
casi toda la vida y que la dejaran plantada era lo que más le hacía enojar.
-Mándale un mensaje y dile que llegaras un poco tarde- dijo Nick tratando de
hacer una cara de puchero. La verdad es Nick que había estado raro últimamente,
a veces es muy cercano pero después se volvía muy distante, además ya casi no pasábamos
tiempo juntos por culpa de unos talleres
pero si este día lo podíamos disfrutar como antes no iba a dejar pasar esta
oportunidad. Le mande un mensaje a Jenn y apague el celular por miedo a ver
como reaccionaria.
Nick prometió llevarme a un lugar más y después dejarme ir a
casa para poder disfrutar de lo que quedaba de la tarde.
-¿Dónde es?-pregunte mirando como ponía en marcha el coche.
-Es Sorpresa, linda- dicho esto no hablo más en el transcurso del camino.
Llegamos al parque central, los arboles estaban adornados
con pequeños foquitos; ya estaba cerca navidad, usualmente el parque tenía
muchas visitas pero esta vez solo se encontraban muy pocas personas.
Nick dijo que había que añadir un poco de dramatismo como en las películas y me
coloco una venda en los ojos, yo solo reía por sus ocurrencias y al mismo
tiempo rezaba por no caerme, de por si era muy patosa y con los ojos vendados
era un peligro andante, Nick hizo un buen trabajo en cuidarme aunque debo
aceptar que tropecé dos veces.
Cuando al fin llegamos me quito la venda.
Abrí mis ojos, no podía articular palabra alguna, era hermoso.
-¿Cómo sabías que esto estaba aquí?-pregunte con los ojos abiertos como platos.
-Un día me perdí- dijo un poco avergonzado- y me encontré con esto-dijo con la
mirada perdida al frente.
En el parque se encontraba una gran iglesia pero al parecer lo que muchos no
sabía es que atrás de ella se encontraba una especie de lago con unos grandes arboles
a su alrededor, era demasiado bonito para creerlo y más con la puesta del sol,
había un hermoso resplandor de varios tonos en color naranja en el agua y en la
copa de los árboles se encontraba como una pequeña luz muy brillante, era único!
-Gracias-dije rompiendo el silencio.
-¿Por qué?-pregunto un tanto confundido.
-Por haber compartido conmigo esto.
Nick tomo en sus manos mi cara y me obligo a verlo a los ojos -Eres mi mejor
amiga, ¿Por qué no lo haría?- dicho esto sonreí tímidamente y me dedique a
observarlo, grabando cada rasgo de su rostro en mi mente.
Cerré los ojos gozando de los pocos rayos de sol que aun quedaban, pero todo
cambio cuando sentí unos labios posarse en los míos, me obligo a abrirlos y con
lo que me encontré fue con la cara de Nick, sus ojos cerrados bajo los pequeños
rayos de sol, sentí que mi pulso me fallaba, cerré mis ojos respondiéndole.
Sus manos volaron a mi
cintura pegándome más a el, mientras que las mías buscaron su cuello y cabello.
Cuando el aire fue necesario, nos separamos dejando nuestras manos unidas.
Lo mire de nuevo perdiéndome en el brillo único de sus grandes ojos avellanos.
-Te quiero ____- dijo Nick, antes de que desviara sus ojos de nuevo al frente.
-Yo también- termine, apretando mi pequeña mano contra la suya.